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SERVICIO FIEL

Enviado por Ruty el 21/07/2015 20:50

“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo.” 2° Timoteo 2:3

Por haber participado en una guerra, el escritor C. S. Lewis conocía bien las presiones del servicio militar. En un discurso público, describió con elocuencia las dificultades que enfrenta un soldado: «Todo lo que atravesamos en cada situación adversa […] se resume en la vida del soldado en servicio activo. Como una enfermedad, amenaza con dolor y muerte. Como la pobreza, intimida con frío, calor, sed, hambre y falta de un techo. Como la esclavitud, amedrenta con trabajo duro, humillación, injusticia y reglas arbitrarias. Como el exilio, amenaza con separarte de todos los que amas».

El apóstol Pablo usó la analogía del soldado sufriente, para describir las pruebas que puede experimentar un creyente al servir a Cristo. En sus últimos días, y tras haber soportado fielmente el sufrimiento por defender el evangelio, exhorta a Timoteo a hacer lo mismo: «Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo» (2º Timoteo 2:3).

Servir al Señor exige perseverancia. Tal vez nos enfrentemos con problemas de salud, conflictos relacionales o circunstancias difíciles, pero, como un buen soldado, seguimos adelante, fortalecidos en Él, ¡porque servimos al Rey de reyes y Señor de señores que murió por nosotros!

Padre, ayúdame a ser fiel en el servicio a ti.

El amor de Dios no evita las pruebas, pero nos ayuda a atravesarlas.

¡VENGAN A MÍ!

Enviado por Ruty el 07/07/2015 13:23

… Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre… (v. 35).


Lectura: Juan 6:30-40
 

Cuando Jesús vivió en este mundo, invitaba a la gente a ir a Él, y hoy sigue haciendo lo mismo (Juan 6:35). Pero ¿qué tienen Él y su Padre celestial que nosotros necesitemos?


Salvación. Jesús es el único camino para obtener el perdón de pecado y la promesa del cielo: «para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Juan 3:15).


Propósito. Debemos seguir a Jesús con todo el corazón, alma, mente y fuerzas: «Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame» (Marcos 8:34).


Consuelo. En la prueba o la tristeza, el «Dios de toda consolación, […] nos consuela en todas nuestras tribulaciones» (2 Corintios 1:3-4).


Sabiduría. Necesitamos una sabiduría superior a la nuestra para tomar decisiones: «si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, […] y le será dada (Santiago 1:5).


Fuerza. Cuando estemos cansados, «El Señor dará fuerza a su pueblo» (Salmo 29:11 LBLA).


Vida abundante. La vida plena se encuentra en una relación personal con Jesús: «yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia» (Juan 10:10).


Jesús afirmó: «al que a mí viene, no le echo fuera» (Juan 6:37). ¡Vengan!

 

¿Cómo puedo acercarme más a Dios hoy?

Jesús nos invita a ir a Él para tener vida.

¡NO TE DESANIMES!

Enviado por Ruty el 14/06/2015 13:00

Gálatas 6:1 – 10

"... a su tiempo segaremos si no desmayamos..." (v. 9)

Cocinar puede convertirse en una tarea tediosa cuando se hace tres veces por día y semana tras semana. Uno se cansa de pelar, cortar, trozar, mezclar y esperar que la comida se hornee, se ase o hierva. No obstante, ¡comer nunca es tedioso! En realidad, es algo que disfrutamos, aunque lo hagamos día tras día.


Pablo usó la ilustración de sembrar y cosechar porque sabía que esa actividad podía ser agotadora (Gálatas 6:7-10). Escribió: «No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos» (v. 9). Es difícil amar a nuestros enemigos, disciplinar a nuestros hijos u orar sin cesar. Sin embargo, ¡cosechar lo bueno que hemos sembrado no es tedioso! Qué gozo nos da cuando vemos que el amor triunfa sobre el conflicto, que los hijos siguen los caminos del Señor o que las oraciones son respondidas.


Aunque el proceso de cocinar puede llevar horas, se suele terminar de comer en 20 minutos o menos. No obstante, la cosecha de la que habla Pablo será eterna. En tanto tengamos oportunidad, hagamos lo bueno y esperemos las bendiciones de Dios a su tiempo. No te desanimes mientras obedeces al Señor. Recuerda que el gozo está garantizado para aun después de que dejes este mundo.

Continúa la carrera con la eternidad en vista.

¿QUÉ TE IMPORTA?

Enviado por Ruty el 14/06/2015 12:50

Lectura: Juan 21:15-22


"Jesús le dijo: […] ¿qué a ti? Sígueme tú" (v. 22).

Las redes sociales son útiles para muchas cosas, pero la satisfacción no es una de ellas. Al menos, no para mí. Aun cuando mis objetivos son buenos, puedo desanimarme si me entero de que otros están lográndolo primero o con mejores resultados. Soy propenso a esta clase de desánimo; por eso, pienso con frecuencia que Dios no me ha defraudado, sino que me ha dado todo lo que necesito para concretar lo que Él desea que haga.


Esto significa que no necesito un presupuesto mayor ni un éxito asegurado. Tampoco preciso mejorar las condiciones laborales ni cambiar de trabajo. No me hace falta la aprobación ni el permiso de nadie. Ni siquiera es imprescindible tener buena salud o más tiempo. Tal vez Dios quiera darme algunas de esas cosas, pero lo que necesito ya lo tengo, porque, cuando Él asigna una tarea, también provee los recursos. Lo único que debo hacer es bendecir a otros y glorificar al Señor.


Jesús, después de preparar el desayuno, conversó con Pedro sobre este tema y le dijo cómo terminaría su vida. Señalando a otro discípulo, Pedro preguntó: «¿Y él?». El Señor respondió: «¿Qué te importa?».


Lo mismo debo preguntarme cuando me comparo con otros. Mi responsabilidad es seguir fielmente al Señor.

El resentimiento surge de mirar a los demás; el contentamiento nace de mirar a Dios.


EL JUEGO DE LA CULPA

Enviado por Ruty el 01/06/2015 14:10

… He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).

 

Lectura: Levítico 16:5-22

Me han culpado de muchas cosas, y tuvieron razón. Mi pecado, fracaso e incompetencia han causado tristeza, ansiedad e inconvenientes a amigos y familiares (y, probablemente, a desconocidos también). Asimismo, me han atribuido cosas que no eran culpa mía; cuestiones que yo no podía cambiar.

Pero también he estado del otro lado de la cerca, culpando a otros. Me digo: Si ellos hubieran actuado distinto, yo no estaría en este lío. La culpa hiere. Por eso, seamos culpables o no, desperdiciamos mucho tiempo y energía mental tratando de encontrar a alguien que la asuma en nuestro lugar.

Jesús ofrece una manera mejor de tratar con la culpa. Aunque Él era impecable, cargó sobre sí el pecado del mundo (Juan 1:29). Solemos referirnos al Señor como el cordero del sacrificio, pero Él fue también el chivo expiatorio final de todo lo malo del mundo (Levítico 16:10).

Cuando reconocemos nuestro pecado y aceptamos el ofrecimiento de Jesús de quitarlo, ya no tenemos que cargar con el peso de la culpa. Podemos dejar de buscar a alguien a quien culpar de nuestras malas acciones y de ser culpados por otros.               

“Gracias a Jesús, podemos dejar de jugar al juego de echar la culpa.”

Admitir nuestro pecado produce el perdón.

IDENTIFICADOS POR SU NOMBRE

Enviado por Ruty el 01/06/2015 14:06

… a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía (v. 26).


 

Lectura:  Hechos 11:19-26


En julio de 1860, en Londres, se abrió la primera escuela de enfermería en donde, actualmente, a las alumnas se las llama Nightingales. Esa escuela, al igual que la enfermería moderna, fue fundada por Florence Nightingale, quien revolucionó esa profesión. Cuando las alumnas terminan su capacitación, hacen el «Juramento de Nightingale», el cual refleja el permanente impacto de Florence en la enfermería.


Muchas personas, al igual que ella, han producido un enorme impacto en nuestro mundo, pero nadie lo ha hecho como Jesús, cuyo nacimiento, muerte y resurrección han transformado vidas durante más de 2.000 años.


El nombre de Cristo marca a sus seguidores, como lo hizo en los primeros tiempos de la iglesia: «Después fue Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía» (Hechos 11:25-26).


Los que llevamos el nombre de Cristo nos identificamos con Él porque su amor y gracia nos han transformado. Marcó una diferencia eterna en nuestra vida y anhelamos que a otros les suceda lo mismo.

“Padre, que tu marca en mi vida haga que otros te conozcan.” 


Los seguidores de Cristo, los cristianos, somos identificados por su nombre.

ESTOY PERPLEJO

Enviado por Ruty el 01/06/2015 13:56

"Temo que […] sean […] extraviados de la sincera fidelidad a Cristo." (2 Corintios 11:3).

Lectura: Proverbios 30: 1 -4

El acertijo me dejó perplejo: ¿Qué es más grande que Dios y más malo que el diablo? Los pobres lo tienen. Los ricos lo necesitan. Y, si lo comes, mueres.

No supe la respuesta porque dejé que mi mente se distrajera de lo obvio: nada.

Este acertijo me recuerda otra prueba de ingenio que, seguramente, fue mucho más difícil de resolver cuando se formuló por primera vez. Un anciano sabio llamado Agur, preguntó: «¿Quién subió al cielo, y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ¿Quién ató las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y el nombre de su hijo, si sabes?» (Proverbios 30:4).

Hoy sabemos la respuesta a estas preguntas, pero, a veces, cuando estamos en medio de cuestionamientos, preocupaciones y necesidades, tal vez perdemos de vista lo obvio. Los detalles de la vida pueden distraernos fácilmente de Aquel que responde el acertijo más importante: ¿Quién es uno con Dios; más poderoso que el diablo; los pobres pueden tenerlo; los ricos lo necesitan; y, si tú comes y bebes de su mesa, nunca morirás? Jesucristo, el Señor.

Enfocarse en Cristo ayuda a quitar la mirada de las circunstancias.

SE CIERRA LA PUERTA

Enviado por Ruty el 03/02/2015 23:31

"He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación."  2 Corintios 6:2 


Pip, pip, pip, pip el sonido de advertencia y las luces intermitentes avisaban a los pasajeros que las puertas del tren iban a cerrarse. No obstante, algunas personas que llegaban atrasadas corrieron por la plataforma para intentar subir. La puerta se cerró y apretó a una de ellas. Menos mal que se volvió a abrir y que el pasajero subió sin lastimarse. Me pregunté por qué la gente se arriesga tanto, cuando el próximo tren llegaría en solo cuatro minutos.

Hay una puerta mucho más importante que es necesario atravesar antes de que se cierre: la puerta de la misericordia de Dios. El apóstol Pablo dice: «He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación» (2 Corintios 6:2). Cristo vino, murió por nuestros pecados y resucitó de la tumba. Abrió el camino de la reconciliación con Dios y nos proclamó el día de la salvación.

Ese día es hoy. Sin embargo, otro día, la puerta de la misericordia se cerrará. A los que le recibieron, Cristo les dirá: «Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros» (Mateo 25:34). Pero, a los que no lo conocen, los echará (v. 46).

Nuestra respuesta a la verdad de Jesucristo determina nuestro destino. Hoy Jesús invita: «Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo» (Juan 10:9).

Hoy es el mejor día para entrar en la familia de Dios.

¿TARDE PARA CAMBIAR?

Enviado por Ruty el 23/01/2015 11:56

"Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo?" Juan 3:4

·"Perro viejo no aprende trucos nuevos." (dicho popular)

Cuando Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de nuevo para poder ver el reino de Dios, él respondió: «¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?» (Juan 3:3-4). Un escritor propone que Nicodemo quiso decir lo siguiente: «Reconozco que es necesario un nuevo nacimiento, pero soy demasiado viejo para cambiar. Ya tengo un estilo de vida. El nacimiento físico es imposible, y el renacimiento psicológico es aun menos probable […]. Mi situación no tiene salida».

La respuesta de Jesús incluyó estas palabras: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (v. 16). Esta es la propuesta para una nueva vida y un nuevo comienzo para todos: jóvenes o viejos.

Independientemente de tu edad o situación en la vida, con el poder de Dios, nunca es demasiado tarde para cambiar.

Padre, gracias por tu fidelidad para seguir enseñándonos nuevos caminos: tus caminos.

Cambiar es posible porque Dios es poderoso.

HABIA QUE ACTUAR

Enviado por edupa el 22/01/2015 09:45

… ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre! —Juan 7:46
A muchos de los que se encontraron con Jesús les resultó imposible permanecer neutrales en cuanto a su Persona. Juan 7:25-46 registra dos reacciones ante el Señor: mientras «muchos de la multitud creyeron en él» (v. 31), los líderes religiosos intentaron hacerlo callar, enviando guardias al templo para que lo arrestaran (v. 32). Es probable que estos hayan estado presentes cuando Jesús dijo: «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva» (vv. 37-38). Cuando los guardias volvieron sin Jesús, les preguntaron: «¿Por qué no le habéis traído?» (v. 45). Ellos respondieron: «¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!» (v. 46).

Las palabras de Jesús nos inducen a actuar y a movilizarnos más allá de lo habitual.               

La sangre de Jesús perdonó mis pecados pasados y hoy me inspira a obedecer.

 

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